La casa

La casa

La Posada de Ziga conocida también como "Ostatu Zaharra" se presenta como arquetipo perfecto del caserío baztanés. Su construcción data de 1741 y a día de hoy conserva algunos aspectos de su época de acuartelamiento militar; situados en la parte baja de la vivienda perduran plasmados en piedra los nombres de los antiguos departamentos como la sala de ametralladoras, cuerpo de guardia, polvorín y comedor. El caserío se mantiene sobre una sólida estructura de piedra y madera perfectamente conservada durante casi 300 años.

Además, a lo largo de su historia este caserón ejerció su papel como "casa del pueblo", también lo hizo como posada y finalmente sirvió como albergue de la "Escuela de Niñas" de Ziga, colegio exclusivamente femenino.

Posee una impresionante escalera interior sostenida en el aire y sujeta únicamente por las vigas maestras de la casa, originalidad que conservan apenas 3 ó 4 casas en todo el valle. Desde el rellano de la entrada principal se puede observar el camino ascendente que elegantemente dibuja la escalera hacia las plantas superiores de la casa.

Otra de sus peculiaridades radica en la inscripción de la puerta principal, en la que talladas a mano y en piedra roja de Baztan, se pueden leer los nombres de los porcionistas del pueblo que contribuyeron a su edificación en el s. XVIII.

Otro aspecto que delata su antigüedad es el lavadero de piedra que se conserva todavía en buen estado, entre la cocina y el comedor de la casa. Antaño se lavaba aquí la ropa con ceniza para blanquearla e intentar conseguir así un efecto similar al de la lejía.

La posada abre sus puertas al público como casa rural en Agosto de 2005. La casa ha sido acondicionada y reformada en su totalidad pero se ha respetado su estructura original y mantenido su estilo rústico. La mayoría de los muebles y objetos decorativos han sido restaurados por la propia dueña, que combinados con sencillez, gusto y estilo, confieren un toque de distinción a los espacios que decoran.